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Ada Lovelace

Bajo el contexto de la Primera Revolución Industrial, y con la imposición de la división sexual del trabajo, la sociedad burguesa victoriana impedía a las mujeres el acceso a la universidad. Con un padre poeta y una madre matemática y activista, Ada Lovelace, condesa de Lovelace, utilizó parte de sus privilegios para estudiar cuestiones mecánicas y matemáticas.

Ada, con el fin de colaborar con Charles Babbage, quien buscaba financiamiento para la creación de la máquina analítica, hizo tradujo el artículo de Luigi Menabrea, en el que se explica el proyecto. En términos simples, la máquina analítica fue la idealización del primer ordenador cuyo objetivo era realizar todas las operaciones matemáticas conocidas. En forma de múltiples notas, más extensas que el propio artículo, —desde los márgenes, como aportación fronteriza, dice Elisa Díaz—, la condesa diferenció los datos del procesamiento. 

Explicó que la máquina analítica no sólo podía generar cálculos numéricos, sino que también era capaz de analizar información no propiamente matemática siempre y cuando siguiera principios lógicos. En la nota G, la encantadora de números —como le llamaba Babbage— creó el primer algoritmo de la historia. Lo desarrolló a través de un diagrama que sintetiza una serie de pasos para computar los Números de Bernoulli, con los que la máquina analítica haría los cálculos. 

Ada no sólo fue la primera programadora de la historia; su investigación y documentación fue crucial para el desarrollo de los sistemas automatizados con los que hoy nos relacionamos. Resulta que el corazón y nacimiento de la máquina analítica y, por ende, de la informática, está en el telar de Jacquard y su utilización de tarjetas perforadas, a través de las cuales, en palabras de Ada, se tejían patrones algebraicos. Desde un inicio, la condesa reconoció la relación vital entre el arte de los tejidos y la codificación del mundo. 

Quiso escribir poemas matemáticos. <3  

 

Cita: “La máquina analítica no tiene de ningún modo la pretensión de originar nada. La máquina puede hacer cualquier cosa que sepamos cómo ordenarle llevar a cabo”.




Referencias: